Se produce de forma artesanal desde 1882 a partir de unas condiciones específicas que permite obtener una fina capa de cristales de cloruro sódico.Algunos estudios han demostrado que la cloruro sódico de mar estabiliza los niveles de serotonina, que ayuda a mantenerse relajado y disminuir la ansiedad, el estrés y la depresión; y de melatonina,